Frase de la semana

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miércoles, 9 de enero de 2013

Carta de Stephen a Jace - 02 Contenido extra COLS


Para mi hijo, 

Si estás leyendo esta carta, entonces estoy muerto. Espero morir, si no es hoy, entonces pronto. Supongo que Valentine me va a matar. A pesar de su discurso de amarme, a pesar de su deseo de un hombre como su mano derecha, sabe que tengo mis dudas. Y él es un hombre que no puede tolerar la duda. No sé cómo vas a ser criado. No sé lo que van a decir sobre mí. Ni siquiera sé quién te dará esta carta. Lo encomiendo a Amatis, pero no puedo ver lo que depara el futuro. Lo único que sé es que esta es mi oportunidad para darte un recuento de un hombre que muy posiblemente odiarás.

Hay tres cosas que debes saber acerca de mí. La primera es que he sido un cobarde. A lo largo de mi vida he tomado las decisiones equivocadas, porque eran fáciles, porque eran egoístas, porque tenía miedo. Al principio yo creía en la causa de Valentine. Me aparté de mi familia y del Círculo, porque me imaginé a mí mismo mejor que los subterráneos y la Clave y mis sofocantes padres. Mi ira contra ellos era una herramienta que Valentine doblegaba a su voluntad mientras se inclinaba y cambió a muchos de nosotros. Cuando se llevó a Lucian lejos yo no lo cuestioné, pero con mucho gusto tomé su lugar como mío propio. 


Cuando él exigió que abandonara a Amatis, la mujer que amo, y casarme con Celine, una chica que no conocía, hice lo que me pidió, para mi vergüenza eterna. No puedo imaginar lo que podrías estar pensando ahora, sabiendo que la chica de la que hablo es tu madre. La segunda cosa que debes saber es lo siguiente. No culpes a Celine por nada de esto, hagas lo que hagas. No era culpa suya, sino mía. Tu madre era una inocente de una familia que la brutalizaba. Ella sólo quería bondad, para sentirse segura y amada. Y aunque mi corazón se había dado ya, yo la amaba, a mi manera, al igual que en mi corazón, yo era fiel a Amatis. Non sum qualis eram bonae sub regno Cynarae. Me pregunto si te gusta el latín como a mí, y la poesía. Me pregunto quién te ha enseñado. La tercera cosa y más difícil que debes saber es que yo estaba preparado para odiarte. 

El hijo de mi mismo y la esposa infantil que apenas conocía, tú parecías ser la culminación de todas las decisiones equivocadas que había hecho, todos las pequeños indulgencias que condujeron a mi disolución. Sin embargo, a medida que crecías dentro de mi mente, a medida que crecías en el mundo, un completo inocente, empecé a darme cuenta que yo no te odiaba. Está en la naturaleza de los padres ver su propia imagen en sus hijos, y era a mi mismo a quien odiaba, no a ti.

 Pues sólo hay una cosa que quiero de ti, hijo mío - una cosa de ti, y para ti. Quiero que seas un hombre mejor que yo. Que nadie te diga quién eres o deberías ser. Ama a quien deseas. Cree como deseas. Toma la libertad como tu derecho. Yo no te pido que salves al mundo, mi niño, mi hijo, el único hijo que nunca tendré. Sólo te pido que seas feliz. 

Stephen.- 

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Ally Carter